Es bien interesante observar a un niño después
de leer algunos versículos acerca de los niños en la biblia y empezar a
escribir acerca de ello. Quise averiguar acerca de la reacción de mi propio
hijo. Así que le pedí que le diera un
beso a mis pies. Y esto fue lo que pasó: él vino, y fijando sus ojos en los míos me preguntó: ¿Por qué?... Le dije
que me dolían y que un beso los curaría. Miró mis pies, se fue y regresó con un pedazo de hielo, poniéndolo
sobre ellos. Un niño todo lo cree, llora de dolor y sentimiento cuando se le
oprime; y aun así, no odia ni guarda rencor. Es inocente y humilde, habla
diciendo lo que está en su mente y corazón, se enoja de frustración, se distrae
fácilmente, es honesto, sincero, no piensa en las consecuencias de sus
acciones. En el caso de mi hijo, él creyó que me dolían mis pies, pero tal
parece que no creyó que un beso sería efectivo para calmar el dolor sino un
pedazo de hielo. En la biblia, en Mateo 18:3-4, nos dice que si no fuéremos como
un niño no entraremos en el reino de los cielos; así que ningún adulto que no
se haga como un niño va a entrar en él. Niño en la forma de actuar; ellos no
hacen las cosas porque sean orgullosos, sino por inseguridad, miedo o
distracción. Están interesados en otras cosas, en lo emocional y espiritual; no
guardan rencor, no odian, ni pagan mal por mal. Lucas 9:48, menciona que los
más pequeños en la tierra son los más grandes en el reino de los cielos y los
niños son unos de ellos con los nuevos creyentes que están como niños
recibiendo la salvación de Dios. Estos
son más grandes que el adulto más rico en la tierra, a menos que éste se haga
también como un niño. En el libro de Marcos 10:42-45, menciona quién es el más
grande en la Tierra y en el cielo. En la Tierra es al que se le sirve y tiene
más, pero en el reino de los cielos es aquel que sirve a todos en la Tierra:
ricos, pobres, bonitos y feos; éste es
más grande. Y uno es el más grande entre los grandes que sirvió en la
Tierra a todos a través de su muerte; que fue con el propósito de salvar a toda
la humanidad, si es que la persona acepta este sacrificio de Jesucristo como
algo más que suficiente para su redención. En Mateo 5:19-20 dice, a mi parecer,
que en el reino de los cielos se va a clasificar a la gente, en este pasaje nos
dice que todo aquel que enseñe; ya sea a través de una predicación, clase,
exhortación, evangelismo, escritura, etc., pero que no hace lo que dice
entonces será llamado muy pequeño en el cielo. Y a aquel que enseña y hace lo
que dice, será llamado grande en el reino de los cielos. También nos dice que
si la justicia de estos maestros espirituales no es mayor que la de los
escribas y fariseos ni siquiera entrarán al cielo, aunque enseñen; porque estas
personas usan su posición para su propia conveniencia, no actúan imparciales ni
con justicia. En Marcos 10:14-15 y Lucas 18:17 nos dicen que el que no reciba
el reino de los cielos como un niño no entrará en él. ¿Por qué? Porque un niño
todo lo cree, tiene fe, se regocija con cualquier cosa, todo le es bonito y es
aventurero. Así que tenemos que creer para entrar en el reino de Dios.
Finalmente Mateo 19:14 nos dice que Jesús se indignó cuando sus discípulos no
dejaban a los niños acercarse a Él. Él les dijo: dejen a los niños venir a mí,
no se los impidan porque de ellos es el reino de los cielos. De acuerdo a todos
estos versículos llego a la conclusión de que uno tiene que tratar a los niños
y a los ancianos, que con el paso de los
años se vuelven como niños, a los pobres que son humildes de corazón; a los
ricos amables y sencillos, como
verdaderos ricos, porque de ellos es el reino de los cielos. Por esta
razón, se quedarán afuera los jactanciosos, los soberbios, los altaneros, los
orgullosos y los perversos.
viernes, 22 de noviembre de 2013
lunes, 28 de octubre de 2013
LA RELIGION VERDADERA
Si usted
está buscando la religión verdadera,
usted puede encontrar el nombre de ésta en la biblia; y en ella está el nombre
bien claro, acerca de cuál es la verdadera religión. Está en Santiago 1:27 que
dice: <La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta:
Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin
mancha del mundo>. Como usted ve, no
es ninguna de las que conocemos en este mundo, en donde el ser humano le ha puesto
un título: Bautista, Interdenominacional, Pentecostés, Católico, Mormón, Testigos de Jehová, Luz del Mundo, etc. Como
ve, la religión verdadera no tiene nombre, pero tiene el corazón de Dios. Dice
Santiago que esta religión satisface las necesidades económicas, sociales y
espirituales de los huérfanos y de las viudas. En la segunda parte, dice que
debemos guardarnos sin mancha del mundo; teme hacer el mal. Pero si usted y yo
pertenecemos a alguna denominación y no hacemos el bien a los demás, si en vez
de esto no perdonamos, no respetamos a
los demás como superiores a uno mismo, somos altaneros, pendencieros, juzgones,
mentirosos, avaros, ladrones, etc. no estamos en la religión verdadera. Lo
siento mucho, pero tenemos que cambiar nuestra mentalidad y carácter, tenemos
que hacerlo más como el de Cristo, no es nada fácil, pero su Espíritu Santo le
ayudará a hacer lo mejor que se pueda en este mundo. No se preocupe en querer
cambiar totalmente, le garantizo que no va a poder, yo he tratado y he fallado,
en vez de esto hay que reconocer que solo Cristo lo puede hacer por nosotros.
Lo único que nosotros tenemos que hacer es humillarnos cuando fallamos y pedir
perdón. Ahora esto no quiere decir que usted va a seguir haciendo lo que está
acostumbrado a hacer; no!... usted tiene que cambiar, pero si falla, no se
desespere ni se desanime, siga adelante, la biblia dice que el justo caerá pero
se levantará. Pero ¿cómo puede ser justo el que está fallando (pecando)? porque
Cristo lo ha justificado, si usted de verdad cree en ÉL. Si nos vamos al
pasado, ellos también estaban equivocados en pensar que el pertenecer a algún
grupo de cierto apóstol, profeta era uno mejor que el otro, veamos 1 Corintios 1:12 y 3:4; <Porque diciendo
el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois
carnales?> El pertenecer a una religión no le garantiza el pase directo al
reino de Dios, como tampoco le garantiza que hacer el bien le lleve a Él.
Entonces, ¿qué es? Es el sacrificio de Cristo que lo redime de su pecado cuando
usted lo acepta como salvador de su vida y alma. En la religión verdadera se
ven frutos de amor y misericordia porque
se da lo que se ha recibido de Dios: misericordia y amor. Estas personas se
encuentran en todas partes del mundo y ellos temen a Dios en hacer el mal a su
prójimo prefiriendo dejarse
pisotear que defenderse
generalmente. En Efesios 5 nos dice que seamos imitadores de Dios; que hagamos
lo bueno como hijos amados y que andemos
en amor. Ahora, ¿será que haya perfectos en acciones? No, la biblia menciona que no hay justos ni
siquiera uno, pero sí menciona que tenemos que ir mejorando hasta el día que
Dios nos llame a su presencia. En el versículo 26 y 27 del capítulo 5 de
Efesios nos dice que Jesucristo amó a la
iglesia y se entregó (a través de su muerte) a sí mismo por ella, para
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga, ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Éste es el factor principal de que seamos sin
mancha y justos porque Él nos ama tanto, que nos justificó, compró y redimió,
para cubrir lo que nosotros no podemos.
Tengamos cuidado en decir que nuestro grupo tiene la verdad, cuando la
verdad no está en él.
martes, 3 de septiembre de 2013
RELIGION
Por mi
conocimiento, considero que hay solo 2 religiones: la verdadera y la falsa. La
primera se basa en el amor a Dios y a su
semejante; la segunda, se basa en el beneficio personal. Ser religioso no es
cumplir con las reglas, leyes o mandamientos sólo por cumplirlas; sino
cumplirlas con el propósito de adoración y
sometimiento por la deidad y voluntad de Dios. En el principio no había
religiones (nombres de grupos religiosos), había una relación entre Dios y el
hombre. Veamos algunos ejemplos de errores que una persona religiosa puede
cometer. (Génesis 4:3-10) En Caín
podemos ver que el ofrecer un culto, ofrenda u holocausto no garantiza
que haya una actitud pura, limpia, sincera, de agradecimiento, de
humillación y adoración a la grandeza de
un Ser Todopoderoso. Caín pensó que con el hecho de traer la ofrenda seria
automáticamente aceptada por Dios, pero no, sabe Dios cuál sería la motivación
por la cual ofreció la ofrenda. Dios no miró el hecho de que se le ofreció una
ofrenda sino que Él miro la intensión de su corazón. Cuando Caín se sintió
rechazado se enfureció al punto de matar a su hermano. No lo hubiera hecho si
hubiera tenido temor y respeto a Dios y por supuesto amor a su hermano. Tuvo
celos. Otro ejemplo es los hijos de Aarón. Números 3:4. Aarón y sus hijos
fueron puestos por Dios como sacerdotes, pero por ignorancia, descuido o falta
de temor, éstos dos hombres hicieron lo que ellos pensaron era correcto, pero
vemos que estaban equivocados, les costó la vida. Dios demanda temor y obediencia; pensaron que con ser sacerdotes
estaban salvos de condenación. Recuerde que fuimos creados para la honra y
gloria de Dios, no para recibir gloria y honra entre nosotros mismos. Ahora
veamos Mateo 23:23, «! Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque
diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la
ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar
de hacer aquello.» ¿Qué le parece esta religiosidad? Los conocedores de la ley,
los que estaban para impartir justicia y guiar al pueblo hacia Dios. Estaban;
sin pensarlo, quiero creer, fallando en el propósito por lo cual habían sido
nombrados. ¿Tenían ellos un acercamiento con Dios o solo eran ritos y
costumbres lo que realizaban? Fíjense, Querían matar al hijo de Dios, solo
porque Jesús no les obedecía en lo que ellos querían. No eran espirituales, lo que querían era el
poder, la honra y la gloria. Ellos pensaban que la ley no sería aplicada a
ellos, puesto que eran los jueces y
guías, pero vemos que no. Jesús puso el
ejemplo de cumplir con la ley. Jesús los
desenmascaró diciendo: “¿Quién de vosotros, si su asno… cae en algún
pozo, no lo sacará…, aunque sea en día de reposo, Lucas14:5”. Ahora veamos qué
es cumplir con la ley de acuerdo a Jesús. Él les dijo a los escribas y fariseos
que si se invalida una ley por causa de hacer el bien, entonces la persona
queda sin culpa (Mateo 12:2-12). En estos ejemplos estamos viendo una errónea
religiosidad, no santidad ni relación con Dios. Un día ellos también le
trajeron a Jesús una mujer para que la juzgara de acuerdo a la ley y le
dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de
adulterio… y tú, pues, ¿qué dices?”... y Jesús les dijo: “El que de vosotros
esté limpio sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”. En
cierto sentido, Jesús no cumplió en ella lo que en la ley de Moisés se le
estableció al pueblo de Israel, primero que nada ¿por qué no apedrean al hombre
también?, sería justo, ¿no? Jesús dijo en Mateo 5:17: “No penséis que he venido
para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para
cumplir”. Entonces aquella persona que cumple la ley, no es la que juzga a su
conveniencia o intuición (opinión) sino el que ejercita la justicia, la
misericordia y la fe que se resume en el amor a Dios y a nuestro prójimo como a
nosotros mismo. Jesús mostró misericordia a la mujer y justicia en la acción;
el hombre también debería ser apedreado. No quebrantemos los mandamientos de
Dios por tradiciones o reglas internas olvidándonos de lo más importante, el
AMOR (Mateo 15:1-9).
CONFORME AL CORAZON DE JEHOVA
¿Podría
alguien estar conforme al corazón de Jehová? ¿Si no hay ningún justo, ni uno
solo? Suena imposible. El corazón de Dios es puro, limpio, justo, santo,
perfecto, etc., etc… todo lo contrario al ser humano; pero de acuerdo a la
biblia en 1ra de Samuel 13:14, hechos 13:12, mencionan que David andaba
conforme al corazón de Jehová. ¿Qué quiere decir esto, si David fue un asesino?
pues era un guerrero, cometió homicidio al permitir que mataran a su soldado
durante la guerra. Y por si fuera poco, también adulteró, quitándole la mujer a
su soldado por codicia y ociosidad. Desde muy jovencito David mostró ser
valiente y extrovertido, nada miedoso ni tímido. Dios siempre estaba con él
porque David le buscaba y creía en él, haciendo todo lo que le pedía. Él era
muy astuto pero también sumiso; suficientemente inteligente para reconocer sus
errores, pedir perdón y no volverlos a cometer. Dios no mira lo que mira el
hombre, sino que él mira el corazón, y el por qué hiciste o no las cosas. (1ra.
Crónicas 23:5, 2nd Crónicas 7:6) La biblia menciona que David le componía
canciones y poemas para exaltar el poder, el amor y la fidelidad de Dios. Le
entregaba sus batallas; y cuando él le alababa su espíritu, alma y cuerpo, él
estaba realmente entregado a la adoración. No lo hacía por llamar la atención,
sino que lo hacía por la gran pasión que sentía, envolviendo agradecimiento y
regocijo para y por Dios. Obraba con justicia hacia su prójimo, porque le amaba
y respetaba, como Dios quería (1ra Crónicas 16:1-4), tenía deseo y pasión de
ser cada día más justo, obediente y entregado a Dios. Reconocía que Jehová era
el Todopoderoso y que los demás dioses eran hechos por manos humanas fabricados
de barro, madera, piedra, oro y otras clases de metal. Que aquéllos no tenían
el poder del Dios invisible. David tenía una relación íntima con su creador; le
contaba sus sueños, le preguntaba cómo resolver sus asuntos, le entregaba sus
victorias. Reconocía que no eran de él sino de Dios, pues en verdad Dios le
decía cómo hacer para ganarlas, le escuchaba y aunque en lo humano también era
apasionado y fallaba; se le compungía su espíritu, reconocía y aceptaba el
castigo, y entonces ordenaba sus caminos hacia Dios. Como seres humanos, jamás
seremos perfectos por obras; porque mientras estemos en este cuerpo, algunas
veces fallaremos, pediremos perdón de todo corazón y enderezaremos nuestros
caminos. En esta misma forma, todo seguidor de Dios es perfecto, no por lo que
hace, sino por Jesucristo. En Él nos
perfeccionamos porque Él es perfecto. Somos santos, no porque seamos muy puros,
sino porque Jesús nos santificó. Somos redimidos porque también nos redimió.
Cuando uno es justificado ante Dios, es porque tiene una amistad con
Jesucristo; esto es hermoso, porque si no fuera por Él, nadie entraría ante la
presencia de Dios (Gálatas 2:11-21). Ahora bien, cuando usted y yo reconocemos
que no somos nada sin Él; y le buscamos para que gobierne nuestra vida entera y
estemos dispuestos a obedecerle, entonces empezaremos a estar conforme a su
corazón. Porque en su corazón está el que haya una relación y entrega total,
entre Dios y el hombre.
jueves, 4 de julio de 2013
¿QUIÉNES SON LOS BIENAVENTURADOS?
Al leer Mateo
5:3-20 me puse a pensar en qué quiere decir, pobres en espíritu, los que
lloran, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los
misericordiosos, los de limpio corazón, entre otros. ¿Cómo podría ser pobre una
persona en lo espiritual? ¿Será que no tiene mucho conocimiento? o ¿que tiene
escases de lo espiritual? o ¿Será que es sencillo, no jactancioso, que siempre
anda con humildad, que no busca lo suyo; sino el bienestar de los demás antes
que el de él?, dígame usted, ¿qué piensa
usted acerca de los que lloran? ¿Esto se aplicará a todos los que lloran en
este mundo? Yo no creo que se refiera a derramar lágrimas por un dolor
temporal; físico o emocional, me parece
que está hablando de un estilo de vida, de los que siempre lloran, éstos son
los que están compungidos, preocupados en su espíritu. Quiero pensar que cuando escuchan de que
alguien sufre en lo físico o por la muerte de un ser querido, de hambre, de
guerras, pleitos entre familiares y amigos, etc. le duele todo esto en su alma
y siempre está llorando por el dolor de los demás, pidiendo a Dios misericordia
porque algún día haya paz y la habrá. Jesús dijo: “serán consolados” y algún
día para siempre. Ahora, ¿quiénes son
los mansos? Si lo tomo literalmente, ninguna persona que no es sagaz, astuta va
a adquirir tierra en este mundo; mas sin embargo, Jesús dijo que recibirá la
tierra por herencia. Aquí no habla de la persona a la que se le hace trampa y
no hace nada, es más que eso, es olvidar lo sucedido y seguir adelante como si
nada hubiera pasado. Me viene a la mente Jacob, Génesis 31:7, Jacob le dijo a
sus mujeres lo que estaba pasando. Les explicó que su suegro le había cambiado
el salario acordado 10 veces y él, aún seguía ahí. Él se humillo ante su suegro,
después ante su hermano Esaú y como resultado poseyó la tierra. Dios le dirigía
en sus negocios para que prosperara. Ahora veamos, ¿quiénes son los que tienen
hambre y sed de justicia? Por un tiempo pensé que esto se refería a las
personas que deseaban que la ley fuera justa en castigar al culpable y no
sobornar al inocente para sacar provecho económico, político o social; pero
esto va más allá, porque hay personas que están muy ansiosas, hambrientas y
sedientas porque la justicia cobre el mal que una persona hizo, pero en este
caso está fundada en el odio, coraje, resentimiento profundo tanto que lo único
que quiere es todo el peso de la ley. A esto no se refiere. Lo que yo creo que
quiere decir, es que la persona tiene el deseo ardiente de ser cada día mejor,
más justa en el trato a los demás, desea
en lo más profundo de su corazón tener
un cambio constante para hacer justicia, estos serán saciados, porque
tendrán paz, la otra clase de sedientos nunca se van a conformar, todavía
tendrán odio y rencor; por lo tanto, la justicia de la ley no los saciará. Y
los misericordiosos son aquellos que no pueden pagar mal por mal; al contrario
pagan bien por el mal que reciben y lo hacen con todo el corazón. Ahora vienen
los de limpio corazón, estos son aquellos que hacen cosas con la intención de
ayudar; aunque en algunos casos las cosas salgan mal, su intención era buena.
Hace y actúa limpiamente como si fuera un niño. Si somos como niños entonces
veremos a Dios. Tenemos ahora a los pacificadores, Jesús dijo: “serán llamados
hijos de Dios”. Oiga, qué difícil es ser pacificador cuando una persona te ha
lastimado. La tendencia es hablar de lo mal que le trató, de la ventaja que tomó
de su ayuda, hablar de comentarios de otras personas como si lo hubiera
presenciado, apoyar al que me cae bien
en peleas y contiendas. Si estamos, así no veremos a Dios. Tenemos que
justificar la mala actitud para traer paz entre las personas. Y finalmente, son
bienaventurados aquellos que padecen persecución por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos. Si usted le dice al comerciante que
su pesa es falsa, o al marido de su amiga que no salga con otra, o al ladrón
que no robe, etc. con la intención de volverlos a Dios, y no la de juzgar, y
por esa causa lo odian, no lo quieren; gócese porque suyo es el reino de los
cielos. Dios nos ayude. Amén.
lunes, 22 de abril de 2013
¿QUÉ ES LA BIBLIA?
Muchos dicen que es una pieza literaria, otros
un libro aburrido, otros anticuado, otros la palabra de Dios, etc. Para mí, es
la inspiración divina a través de seres humanos, la cual enseña a vivir un
ejemplar estilo de vida, tomando como ejemplo a seguir a Dios, Jesús y el
Espíritu Santo. Su objetivo es dar a conocer el AMOR, no es para dividir el
espíritu formando otros grupos Cristianos por los desacuerdo de ideología. Todo
el que es de Dios estará unido por el amor y no condenará a otros por sus
desacuerdos, sino que orará por él, estará unido a él/ella por el amor que hay
en la persona de Cristo en él.
En 2º. Timoteo 3:16 dice para qué es la biblia;
“… es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia.” Si siguiéramos sus consejos, nuestro estilo de vida
sería distinto. Dios inspiró a hombres como tú y yo a escribir esta hermosa
pieza literaria y espiritual para guiar, revelarse así mismo, y dar a conocer
lo que va a acontecer en el futuro, lo que pasó y lo que está pasando y puede
pasar. Si nos descuidamos vamos a estancarnos en tratar de interpretar a la
biblia misma, no perdamos el enfoque principal, por ejemplo su historia. Se
dice que su traducción es bien fiel del original; aun cuando en aquellos
tiempos no había vocales o signos de puntuación. La biblia se ha traducido a
casi todos los idiomas y porque en muchas ocasiones; en el proceso de
traducción es en muchas ocasiones difícil de encontrar la palabra o frase
equivalente de un idioma a otro, puedo yo creer que en algunas ocasiones
traductores tradujeron en lo más cercano al significado, también al escribir en
el nuevo idioma para su impresión puede haber errores ortográficos. Yo pienso
que por esta razón tenemos que tener cuidado en sentirnos el cerebro de Dios,
al pensar que uno tiene la verdad absoluta debido a la interpretación que le
demos a cierto pasaje. La biblia menciona que los pensamientos de Dios no son
nuestro pensamiento (Isaías 55:8), por muy buenos que sean, no van a ser nada
comparados a la pureza de Dios. La biblia no nos da detalles todo el tiempo de
cómo sucedieron las cosas, por ejemplo no dice como supo Moisés los nombres de
las primera personas. ¿Será que cuando hablaba con Dios, se lo dijo? o ¿En los
40 días que estuvo buscando a Dios en el Monte y recibió los mandamientos? o
¿Será que los significados tenían nombre? Por ejemplo, le pusieron Moisés
porque fue sacado del agua (éxodo 2:10). Adán significa rojo u hombre; y Eva,
viviente, vivificante. Pienso que si el escrito decía el hombre, quizás el/los
escritor/es escribieron Adán por su significado y Eva porque fue vivificante a
Adán. No creo que haya alguien que sepa realmente como supo los nombres, pero
sí creo que puede haber suficiente evidencias para que se pueda interpretar
cierta historia o pasaje. He encontrado errores ortográficos de la imprenta:
Génesis 18:13 dice dieciendo en vez de diciendo y Daniel 7:6 dice
tembién en vez de también. Pudiera haber errores de puntuación
por la imprenta. Esto puede cambiar el
mensaje. Si nos ponemos a enfocarnos en la biblia en sí misma perderemos el
objetivo principal, el diablo va a tomar cualquier oportunidad para trastornar
LA ESCRITURA a través de nuestros pensamientos. Tengamos bien presente que el
que está conforme al corazón de Dios, aceptará sus limitaciones y se humillará
más ante su presencia. Tristemente hay personas, sistemas políticos, religiosos
y sociales que defienden su creencia, al punto de quitar la vida a su prójimo,
creyendo tener la verdad y/o hacer la voluntad de Dios, cuando Jesús dio su
propia vida para dar vida a otros por AMOR. Este es el objetivo principal de la
biblia. Entender el amor de Dios y glorificarle por lo que ÉL es. Si hay amor
(DIOS) en tu vida no vas a guardar rencor, odiar, matar, robar, mentir, etc. Ama
a tu prójimo como a ti mismo hasta el punto de dar tu vida. ¿Qué duro, verdad?
Bueno, Jesús lo hizo por amor a ti y a
mí.
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