Todo dependerá de la situación y el caso. Si Dios dice que va a hacer o
dar algo; como es en los casos de las promesas y advertencias, entonces Jehová
NO va a arrepentirse de sus palabras, va a cumplirlas. Pero si estamos hablando
de que Dios, después de cumplir con sus palabras se arrepiente de lo que dijo
que haría, entonces quiero decirte que SÍ se arrepiente, porque le duele el castigo.
Así como a ti y a mí nos duele castigar
a nuestros hijos. Dios hace excepciones y puede no cumplir con lo que dijo,
cuando una persona, pueblo o nación se arrepienten de todo corazón y les duele
el haber fallado. Él es amor y por lo tanto, va a perdonar. Hay consecuencias
por la desobediencia pero habrá restauración. Muchas veces cuando leemos que
Dios se arrepintió, pensamos en que Él cambia de opinión. No siempre es el
caso. Recuerde que el verbo arrepentirse tiene 2 significados: 1) Sentir pesar
y culpa por una acción pasada, y 2) Cambiar de opinión, hacer algo distinto de
lo acordado.
En Números 23:19, Balaam le dice a Balac, que Dios no es hombre, para
que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. En este caso Jehová está
afirmando su palabra y su promesa a Abraham. No va a cambiar de opinión, todo
porque en ese tiempo el pueblo estaba guardando los mandamientos y estatutos de
Dios, ya que la promesa de estar con ellos era si guardaban sus mandamientos; y
seguirá cumpliéndola en aquellos que temen a Jehová y siguen sus mandatos.
Otro pasaje es Éxodo 32:14, cuando dijo: entonces Jehová se arrepintió
del mal que dijo que había de hacer a su pueblo. Si seguimos leyendo del
versículo 15-35, nos daremos cuenta de lo que hablaron en el monte Jehová y
Moisés. Los versículos 32-33 nos muestran que Moisés quería manipular a Dios
diciéndole que si no perdonaba a su pueblo de su pecado, entonces que Jehová lo
quitara de su libro, pero como Dios no cambia, le dice, al que pecare contra
mí, a éste raeré yo de mi libro. Jehová le dijo que él castigaría en el día del
castigo. El versículo 35 dice que Dios hirió al pueblo por haber hecho el
becerro. Y si nos volvemos al versículo 26. El pueblo tuvo la oportunidad de
arrepentirse, Moisés les dijo: ¿Quién está con Jehová? júntense conmigo y sólo
los Levitas lo hicieron. No hubo arrepentimiento sino rebeldía. Por lo tanto
hubo destrucción, pero para aquellos que se arrepintieron aunque pecaron fueron
perdonados y Jehová no cumplió en ellos lo que dijo que haría. Entonces aquí no
quiere decir que Jehová cambio de opinión sino que le dolió en su corazón.
Jonás 3, es otro ejemplo en el que nos confundimos pensando que Dios sí
cambia de parecer; pero si analizamos, tenemos que entender primero que para
que Jehová o algún juez puedan castigar, tiene que haber un delito y un
conocimiento de las reglas, leyes y sentencias antes de ejecutar el veredicto.
Jehová mandó a Jonás a Nínive para decirles que la ciudad sería destruida. Creo
que investigaron del ¿Por qué?, puesto que se pusieron en ayunas y de luto,
pidiendo misericordia a Jehová. Hubo un arrepentimiento, por lo que Dios no
hizo lo que dijo que haría. Dios les estaba advirtiendo, a través de Jonás, de
lo que iba a pasar si no cambiaban sus hábitos y costumbres.
Usted y yo hemos pecado demasiado y el día del castigo viene. Él nos
habla a través de alguien para prevenirnos, arrepintámonos de nuestros malos
caminos para que Jehová Dios no cumpla en nosotros su sentencia. Dios hizo su
parte para prevenirnos del castigo, mandando a su hijo Jesús, quien pagó el
precio de tu pecado. Ahora tú, haz tu parte, arrepiéntete, pide perdón y
síguelo.