lunes, 9 de noviembre de 2015

¿ES DIOS QUIEN MANDA TANTO MAL A LOS HOMBRES?



Muchas veces he pensado: ¿Por qué Dios permite las guerras, enfermedades, dolor e injusticias? Pero estaba equivocada. Dios no es quien permite las guerras y conflictos en si mismos. Lo que sí permite Dios es el razonamiento (un cerebro para pensar y decidir con libertad) en la vida del ser humano. Recuerde que hay vida sin intelecto sobre la tierra, en todo lo que existe; pero aun así, ellos también sufren los efectos de las decisiones del que las ejecuta. Imagínese si Dios no permitiera el razonamiento en la vida sobre la tierra, no habría guerras, tristeza ni dolor. No habría nada; sino marionetas/ robots. No disfrutaríamos del sabor, olor, color, ni de otras sensaciones. Todos los problemas se solucionarían con tan sólo desaparecer la vida aun de los animales. Ellos también se matan los unos a los otros para sobrevivir (la cadena alimenticia). En mi opinion si Dios controlara el cerebro del ser humano, éste  no pensaría, sería manipulado por ÉL, pero Dios decidió no hacerlo así, le dio la oportunidad de pensar y decidir entre una cosa y la otra, y decidir libremente que hacer. Tristemente pienso que el ser humano no va a cambiar, por lo que necesitamos a un redentor, que redima nuestras faltas y viva en nosotros para poder enderezar nuestras malas acciones. Dios, padre, hijo y Espíritu Santo, creó al hombre con una cualidad invaluable: ser como ÉL. Inteligente, creativo y con decisión propia. Desafortunadamente esta cualidad la usamos para mal. Dios le permitió al hombre decidir libremente hacer de todo lo que le venga en gana, incluyendo el reconocer a Dios como el proveedor de todo lo que tiene, y lo que es. Dios hizo todo para su honra y su gloria, pero tal parece que en vez de darle la gloria y la honra a Dios, andamos buscando la nuestra entre los hombres, no importando quien pague las consecuencias. Es por esto que hay tanto mal sobre la tierra. Santiago 4:1 Dice:< ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?>.  Las consecuencias son resultado de la conducta y decisión. ĖL permite al hombre tomar sus decisiones y pagar el precio de sus consecuencias. Tanto dolor y trabajo es consecuencia de querer obtener la posición, la casa, la camioneta, el dinero, la ropa, los zapatos, las joyas que el otro tiene. Y para conseguirlo a veces mata, roba, secuestra, vende drogas, hace lo que sea para obtener lo que quiere. ¿Usted puede imaginar las consecuencias que traerían a la familia y a la sociedad? Sí, es tristeza, dolor, sueños frustrados, preocupación, tensión, usted póngale nombre. La humanidad está tan lejos de Dios que no escucha ni ve a Dios, a través de lo que les rodea. (No hablo de verlo literalmente; su resplandor nos mataría, sino que lo que existe habla de la existencia de un creador, al que yo le llamo Jehova Dios).
Pidamos a Dios que intervenga en nuestro mundo (vida) al que él se ha limitado a intervenir no porque no tenga poder, pues él tiene el control de todo. Con excepción de tus decisiones porque Él quiso tener amistad con alguien que fuera como Él y que decidiera aceptar su amistad, y señorío libremente, de manera que no se sintiera obligado. Él no quiere controlar lo que tú hagas. Él quiere que tú le des tu voluntad para que Él haga lo que no te va a causar mayores problemas, Él respeta lo que tú y yo hagamos. Si las cosas no te salieron bien, fue por lo que decidiste; no porque Dios lo haya querido así. Sino porque  no le presentamos el asunto para su aprobación, rindiendo nuestro  propio deseo al deseo suyo; sometiéndonos a estar contentos con cualquiera que sea la respuesta. Busquemos a Dios, pidámosle perdón por enfocarnos en los regalos que recibimos de su mano: familia, trabajo, negocio, popularidad, alimento, la vida, antes que en Él. Pidámosle desde lo más profundo de nuestro corazón que Él gobierne nuestras vidas y que nos libre de las consecuencias de las malas acciones de los demás y de las nuestras . Su nombre sea glorificado.

jueves, 5 de marzo de 2015

EL VERDADERO AMOR



Todos tenemos un concepto de lo que es el amor. Se le ha definido de acuerdo a lo religioso, social e intelectual; pero tal parece que lo mal interpretamos. El amor; el verdadero amor no cambia, ni se transforma; sólo se expresa de distintas maneras, circunstancias y personas (hijos, pareja, padres, hermanos y al resto de la gente). Sí pensamos que el amor está basado en sentir emociones solamente, perderemos el verdadero significado de lo que es el verdadero amor. Nuestra sociedad dice que si ya no hay compatibilidad entonces el amor se acabó, también dice que si ya no se siente nada dentro de sí mismo porque ya no te  atrae física, intelectual o emocionalmente, está bien  que a la persona, animal o cosa puedas abandonarla, olvidarla, maltratarla, abusarla, engañarla, etc. Interesante, hacer esto a lo que  en algún tiempo dijimos querer, también en el futuro le podemos decir que ya no se le ama, que se cambió de parecer. Me pregunto si el amor cambia o nunca existió, ni existirá para aquellos que andan buscando su propio placer y no el bienestar del otro. El amor no busca lo suyo, todo lo espera y soporta. Miremos dos puntos de vistas: el intelectual y el espiritual. El diccionario de la lengua española  define:  < 1. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. 2. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. 3. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.> Como ve el diccionario lo define como sentimiento que llena a una persona, si es así con razón cambiamos de amores cada vez que encontramos la oportunidad. Esto no es amor, ahora miremos como la biblia lo define en 1 Corintios 13, allí nos dice:<  El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.> Nos muestra que el amor no está basado en lo que se hace superficialmente, sino que la intensión sea exclusivamente el hacer el bien a los demás, no recibir alabanza, reconocimiento o lo que sea. Nos da algunos ejemplos,  nos dice que si hablásemos muchos idiomas e incluso lenguas angelicales, para que vean nuestro nivel cultural o grado de espiritualidad, pero si no tengo amor, es como ruido, no hace nada sólo sonidos. Así como también ser profeta, o tener mucha fe al punto de mover montes y entender  las ciencias; pero si no se tiene amor, no se es nada. Y aún con acciones más impactantes como repartir todo lo que se posee para dar de comer a los pobres. Y aún, el poner el cuerpo para ser quemado, pero si no se hace con la sana intención de ayudar sin esperar nada a cambio, de nada sirve. Basado en esta definición puedo decir que yo no tengo amor porque me canso de servir a los demás, guardo resentimiento, me irrito, busco mi bienestar, etc. y aunque no lo exprese algunas veces exteriormente lo guardo y lo siento dentro de mí. Así que en lo personal defino al amor como Dios mismo, porque Él nunca se cansa y nunca deja de ser.  Dios en Jesucristo es el verdadero amor por lo que usted y yo necesitamos que Dios viva en nuestro ser para poder irradiar lo que Él es, amor.  No le hagamos caso a las emociones, todos estaríamos solos, tristes, heridos, destrozados, finalmente destruidos. Las emociones van y vienen, pero el amor permanece para siempre. Ejercitémonos en el amor, practiquémoslo y que Dios nos proteja de nuestros propios deseos.  ¡Amén, amén y amén!