Todos
tenemos un concepto de lo que es el amor. Se le ha definido de acuerdo a lo religioso,
social e intelectual; pero tal parece que lo mal interpretamos. El amor; el
verdadero amor no cambia, ni se transforma; sólo se expresa de distintas
maneras, circunstancias y personas (hijos, pareja, padres, hermanos y al resto
de la gente). Sí pensamos que el amor está basado en sentir emociones solamente,
perderemos el verdadero significado de lo que es el verdadero amor. Nuestra
sociedad dice que si ya no hay compatibilidad entonces el amor se acabó, también
dice que si ya no se siente nada dentro de sí mismo porque ya no te atrae física, intelectual o emocionalmente, está
bien que a la persona, animal o cosa
puedas abandonarla, olvidarla, maltratarla, abusarla, engañarla, etc. Interesante,
hacer esto a lo que en algún tiempo
dijimos querer, también en el futuro le podemos decir que ya no se le ama, que
se cambió de parecer. Me pregunto si el amor cambia o nunca existió, ni
existirá para aquellos que andan buscando su propio placer y no el bienestar
del otro. El amor no busca lo suyo, todo lo espera y soporta. Miremos dos
puntos de vistas: el intelectual y el espiritual. El diccionario de la lengua española define: < 1. Sentimiento intenso del ser
humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro
y unión con otro ser. 2. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos
atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra
y da energía para convivir, comunicarnos y crear. 3. Sentimiento de afecto,
inclinación y entrega a alguien o algo.> Como ve el diccionario lo define
como sentimiento que llena a una persona, si es así con razón cambiamos de
amores cada vez que encontramos la oportunidad. Esto no es amor, ahora miremos
como la biblia lo define en 1 Corintios 13, allí nos dice:< El amor es sufrido, es benigno; el amor no
tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada
indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la
injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo
espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.> Nos muestra que el amor
no está basado en lo que se hace superficialmente, sino que la intensión sea
exclusivamente el hacer el bien a los demás, no recibir alabanza,
reconocimiento o lo que sea. Nos da algunos ejemplos, nos dice que si hablásemos muchos idiomas e
incluso lenguas angelicales, para que vean nuestro nivel cultural o grado de
espiritualidad, pero si no tengo amor, es como ruido, no hace nada sólo
sonidos. Así como también ser profeta, o tener mucha fe al punto de mover
montes y entender las ciencias; pero si
no se tiene amor, no se es nada. Y aún con acciones más impactantes como
repartir todo lo que se posee para dar de comer a los pobres. Y aún, el poner
el cuerpo para ser quemado, pero si no se hace con la sana intención de ayudar
sin esperar nada a cambio, de nada sirve. Basado en esta definición puedo decir
que yo no tengo amor porque me canso de servir a los demás, guardo
resentimiento, me irrito, busco mi bienestar, etc. y aunque no lo exprese
algunas veces exteriormente lo guardo y lo siento dentro de mí. Así que en lo
personal defino al amor como Dios mismo, porque Él nunca se cansa y
nunca deja de ser. Dios en Jesucristo es
el verdadero amor por lo que usted y yo necesitamos que Dios viva en nuestro
ser para poder irradiar lo que Él es, amor.
No le hagamos caso a las emociones, todos estaríamos solos, tristes,
heridos, destrozados, finalmente destruidos. Las emociones van y vienen, pero
el amor permanece para siempre. Ejercitémonos en el amor, practiquémoslo y que
Dios nos proteja de nuestros propios deseos.
¡Amén, amén y amén!