sábado, 21 de junio de 2014

¿ES EL PECADO TRANSMITIDO?



De acuerdo a lo que he oído y leído, puedo responder: sí y no. Y voy a empezar con la respuesta de la negación. He escuchado acerca de que Adán transmitió el pecado de la desobediencia a toda la humanidad como si fuera parte de la genética; pero yo no estoy de acuerdo con esta opinión.  Primero que nada, la desobediencia tiene que ver con la decisión y la acción; si esto es así, entonces estaríamos hablando del corazón y no de la transmisión en la sangre o genética. Por favor, no le eche la culpa a Adán de sus pecados.  Adán no está decidiendo por usted.  Usted lo hace solo y usted va a cosechar los resultados de sus acciones, buenos o malos. Los mismos elementos, naturales y espirituales, con que fue creado Adán, son los mismos elementos con que usted y yo fuimos creados. Adán fue creado de tierra y todos al morir nos volveremos tierra. Él fue creado también con el aliento de Dios para darle vida; así que se le dotó de inteligencia y dominio y/o decisión propia. Y es por esto que Adán escogió (o decidió) no escuchar la voz de Dios, pero sí a la voz de la serpiente. Él decidió experimentar en carne propia si lo que Dios le dijo o lo que la serpiente le dijo, era verdad. Dígame si el pecado se hereda, ¿de dónde lo tomó Adán, si él fue el primer humano creado por Dios?  Si Adán no hubiera sido el primero en desobedecer a Dios, usted o yo, o algún otro en el camino de la vida, lo hubiera sido. Pero  como usted y yo sabemos, no hay día que no pequemos contra Dios en nuestras relaciones con otros al desobedecer sus mandamientos; así que por seguro todo el que hubiera sido el primero lo habría desobedecido. Yo no creo que porque Adán pecó, yo peco también. Ahora, en lo que sí estoy de acuerdo es, en que Adán al desobedecer trajo maldición a toda la humanidad, transmitiendo el pecado a todos sin que hubiéramos  sido el que desobedeció primero, como si fuera una herencia que se  obtiene  sin haber trabajado para disfrutar del beneficio. Así sucede con el pecado, pero por el lado negativo.  Romanos 5:12 y 21 nos dice:<Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 21) para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.> Así como Adán, también nosotros, desde ese momento de su  desobediencia estaríamos separados de Dios. Después de la desobediencia, el hombre se sintió distinto; con miedo a Dios y a sí mismo. Se vio desnudo y al escuchar la voz de Dios no sabía que hacer; quiero creer que se sintió con vergüenza y desconectado de Dios por lo que hizo. Por esta  razón estamos muertos para con Dios y vivos (activos) a nuestros deseos y pasiones; los cuales nos separan de Él. Quiero también pensar que con su desobediencia él marcó el ejemplo a seguir a todas las generaciones. Como el hijo de un ladrón, copiar las malas costumbres de su padre porque es algo que aprendió como normal. Y es por esto que ahora nos excusamos en Adán y no queremos reconocer que el poder de decisión de hacer, o no hacer, está en nuestras manos.  La decisión  es lo único que es nuestro, todo lo demás es de Dios porque Él creo todo, incluyendo a nosotros. Así como por un hombre entró el pecado a todos, así también por un hombre, que es Jesucristo, entró la santificación para que podamos entrar en el reino de Dios. Tenemos dos naturalezas que trabajan en nuestros miembros: una por Adán, el pecado, y la otra, por Jesucristo, la justificación. El ser humano tiene el poder de decidir por cual naturaleza dejarse llevar. Decidamos por seguir a Dios a través de Jesucristo, quien pondrá en aquellos que le busquen de verdad, y el poder de hacer lo bueno. Usemos lo único que es nuestro (la decisión) para abolir la transmisión del pecado de Adán al aceptar la redención transmitida por Jesucristo.