Equivocadamente muchas personas
pensamos que un misionero es exclusivamente la persona que se va a un lugar
lejano para predicar el evangelio de tiempo completo; que se entrenó para ello y recibe por esto una ayuda para su
sostenimiento. Pero si nos ponemos a pensar en el origen de la palabra
misionero nos daremos cuenta que la persona no necesita irse muy lejos para
serlo. Dios, Jesús ha encomendado misiones a todo aquel que ha creído en Él.
Entre algunas podemos mencionar Mateo 28:19 que dice, <id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo>. Y Hechos 1:8, <… y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la Tierra.> Si
bien viene siendo cierto que esto fue dicho a sus discípulos, creo que también
lo está diciendo a todo aquel que cree y creerá en Él. Misión es una comisión,
es un cometido temporal o a largo plazo, también se le llama misión al lugar
donde se predica el evangelio, es una tarea o función. Basado en todas estas
definiciones puedo decir que al cristiano se le ha encomendado la misión de
llevar el evangelio y las buenas nuevas de
salvación a toda persona, no importando el lugar donde se encuentre, por lo que
puedo decir que el cristiano es llamado a ser misionero, no por profesión sino
por obediencia, amor y agradecimiento. No desaprovechemos las oportunidades que
se nos presentan porque ahí es el lugar más
conveniente. Uno de esos lugares es el hogar, la familia extendida, las amistades, el
trabajo, etc. Muchas veces perdemos la visión y decimos que no tenemos tiempo
de ir a anunciar a otros la buena noticia de salvación, cuando ya estamos en el
campo misionero sólo falta realizar la misión. Por ejemplo, en tu casa toma el
tiempo de instruir a tus hijos en el camino de Dios leyéndoles historias
bíblicas; de esta manera estamos cumpliendo con la misión encomendada y no
necesita irse a otro lugar ni a otra familia a anunciar el evangelio. Con esto
no quiero decir que no vaya a otro lugar literalmente hablando. La misión, yo
entiendo, es anunciar primero a los tuyos, empezar por lo cercano y se va extendiendo hasta las
personas desconocidas que se encuentran en el camino: vacaciones, mandados, o
literalmente en un lugar lejano donde no se haya anunciado las buenas nuevas de
salvación o vaya usted como apoyo a otros lugares donde ya se está
evangelizando. Unámonos al plan de Dios; el hacer al ser humano verdaderamente
libre. Sí, libre de pensar que tiene que esforzarse por ser bueno para ir al
cielo; nunca lo va a ser; la gente se lo va a decir y aún su conciencia se lo
va a recriminar. De esta manera ninguno sería salvo. El cristiano ha aceptado
el regalo inmerecido del sacrificio de Jesús como suficiente para llevarle a
Dios y morar con Él. Si es así, entonces usted tiene que entender que sus
buenas obras no lo salvan como tampoco el fallar le va a negar la entrada al
cielo, porque no es por obras que la gente se salva; sino el creer en lo que
Jesús hizo para salvarle. En Efesios 2:8
nos dice: <Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.> Esta
es la misión que tenemos que llevar a los demás, Jesús perdona todo pecado, no
se tiene que quedar ahí como prisionero de sus pecados, sea libre en su
conciencia y vuélvase a Dios; quien da la paz y una nueva vida.